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En unos 4 folios escribe con todos los detalles y emociones como sería un día o un fin de semana con tu pareja ideal. Dónde iríais, que estaríais haciendo, como vais vestidos, que os estáis diciendo, etc

Los masajistas tibetanos aconsejan que el trabajo se haga en las últimas horas de la tarde. El paciente deberá estar con el estómago vacío; esto es, deben haber trascurrido 2 horas desde la última comida.

El coqueteo es como un lubricante social: hace que todo funcione mejor. Coquetear es cómo conseguir que la gente haga cosas por ti, te note, te guste y, lo más importante, que te lleve a la cama. Flirtear con la gente los hace sentir bien.

Es probable que, al liberar emociones, se genere lloro o alguna manifestación de que tiene sitio una crisis curativa. Estos efectos van a tener una duración mínima y van a dar paso a una sensación de profunda armonía.

Dale la vuelta al juguete para alentar los testículos durante el sexo a solas o bien en pareja. Usando el juguete de esta manera, asimismo puede ingresar a su estilo perrito y el vibrador se sentirá bien contra su vulva.

Una advertencia: aun los grandes bañistas no deben procurar atornillar el extremo profundo de la piscina. Esto pone a las parejas bajo riesgo de incómodos momentos de tragar agua en el mejor de los casos, y de ahogarse en el peor.

Soy una perla y te encantará embarcar conmigo hacia un mar de puro sexo y vicio … no dudes, lo pasaremos excelente.

Lo que es mejor, en el momento en que me abro así y comienzo a trabajar en ello, hay efectos colaterales positivos en otras áreas de la vida. Mejora la comunicación y la confianza con ella, mas también en mi mismo.

CALENTAR LOS DÍGITOS. ¿Manos heladas? Caliéntalos bajo agua corriente caliente, o bien sencillamente anídalos entre tus muslos ya antes de tocar la piel de tu amante. El aceite de masaje precalentado puede agregar una sensación agradable al calentar el tacto.

Te notas desmotivado y sin ganas; sientes que te da igual. Tus emociones están como dormidas: no sientes felicidad, rabia o tristeza; sólo indiferencia cara la relación. Esto es lo que de manera frecuente llamamos estar por estar, es decir, proseguir juntos por costumbre o por rutina.